Tod@s l@s alumn@s del centro han participado en la Lectura del Manifiesto
y posterior minuto de silencio.
Manifiesto 25N de 2022
Las hermanas Mirabal, fueron tres activistas políticas que se opusieron a la dictadura de Rafael Leónidas, en República Dominicana, y que fueron asesinadas por la policía secreta del dictador el 25 de noviembre de 1960. En conmemoración del violento asesinato de las hermanas Mirabal, el movimiento feminista latinoamericano, en el año 1981, decidió convertir el 25 N, en el Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres. En 1999, la jornada de reivindicación fue asumida por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y el 25N se convirtió en el día El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, un día para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres y niñas en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación.
Deben desaparecer todas las formas de violencias contra niñas y mujeres: Las violencias físicas, las violencias psicológicas, las violencias sexuales, por desconocidos o conocidos, y en ocasiones por grupos, la trata con fines de explotación sexual, el acoso callejero o pinchanzos en fiestas, el ciber acoso. Deben desaparecer también los micromachismos, el trato discriminatorio en empleos, la brecha salarial, la violencia simbólica en la moda, en la publicidad, en los medios, en las redes, los chistes machistas....
Este año, hasta la fecha, son 76 feminicidios los asesinatos de mujeres en España. 38 mujeres asesinadas en el ámbito de sus parejas o exparejas. Lo que en nuestro país se tipifica como violencia de género. 2 menores también han sido asesinados. Y 26 menores han quedado huérfanos.
Las violencias machistas no tienen fronteras, se dan en todos los países y sociedades, y se dirigen a todas las mujeres, sin distinción de clases, etnia o grupo de pertenencia. No hay un perfil de víctima de violencia: el principal factor de riesgo es SER MUJER, Y EL CUPABLE, ES EL MACHISMO. Nuestra sociedad patriarcal y machista tolera la desigualdad, y resta credibilidad y autoridad a las mujeres. El machismo alimenta nuestra desvalorización, la cosificación de nuestros cuerpos y la falta de respeto a nuestras decisiones.
Igualmente, en ocasiones estas agresiones se dan también y las sufren hombres que no responden a la masculinidad hegemónica. Y aunque no todos los hombres agreden, si todas las mujeres hemos sido agredidas en algún momento de nuestras vidas en mayor o menor grado. Debemos hacer mención especial a quienes tienen situación de mayor vulnerabilidad, las niñas y niños, que a través de la violencia que viven en su hogar, presentarán secuelas de esta vivencia a lo largo de sus vidas.
También ponemos voz desde aquí a las mujeres más invisibilizadas, como mujeres y niñas con discapacidad, mujeres mayores, del medio rural, mujeres migrantes. Y no podemos dejar de recordar a Imane Saadouri, la mujer asesinada en Valencia de Alcántara, el pasado 1 de noviembre, por su pareja, madre de dos hijos pequeños, y alumna del CEPA de Cáceres.
Reivindicamos hoy que se deben unir esfuerzos: las fuerzas políticas, las administraciones públicas, privadas, fuerzas y cuerpos de seguridad, asociaciones especializadas, para poner en marcha acciones preventivas y de sensibilización. Se deben buscar mecanismos para la detección de casos ocultos. Se deben prevenir desde la infancia la aparición de conductas violentas, apostando por las relaciones igualitarias. Se debe mejorar la respuesta que las instituciones dan a quienes la sufren. Y que nuestro sistema judicial deje de ser machista, cuestión que se refleja Manifiesto 25N de 2022 cotidianamente en las sentencias y sanciones a maltratadores.
Debemos también hacer cambios propios y personales. Debemos hacer efectivo y real nuestro compromiso e insistir en nuestra determinación para erradicarla, no ser cómplices, que no quepa el machismo en nuestras vidas, mostrando rechazo explícito a quienes la ejercen. Usemos modelos alternativos de convivencia, basados en el respeto, la corresponsabilidad, los buenos tratos y el cuidado.
Reivindicamos una sociedad libre, digna, diversa y donde se respeten los derechos que nos son inherentes a niñas y mujeres.
Procedemos, a continuación, a realizar un minuto de silencio en conmemoración de las mujeres y niñas, víctimas de la violencia machista.
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